Los síes y los noes me han hecho llegar hasta aquí: cada decisión es una huella, cada renuncia un mapa.

 
El día y el ánimo se reflejan mutuamente, pero solo tu conciencia decide cuál de los dos manda.

 

El ladrón no roba objetos, roba instantes de confianza.

 

Cargo con más silencios que con balas, y pesan igual.

 

La ostentación no brilla por lo que muestra, sino por lo que intenta ocultar.

 
El disgusto es la sombra que dejamos crecer cuando la realidad no se ajusta a nuestras expectativas.

 

La envidia no desea lo que tienes, desea que no lo tengas.

 

Los celos no nacen del amor, sino del miedo de no ser suficiente para ser amado.

 
La empatía no es entender al otro desde ti, sino olvidarte de ti por un instante para sentir desde el otro.